Como viene pasando desde hace demasiado tiempo, cada vez que llega la renovación todo son buenas voluntades pero ningún socio decide prestar su servicio a la causa por lo que se tuvo que repetir la reunión el siguiente día bajo la constante amenaza del "cierre".
Finalmente en una reunión agónica, y ante el temor de que esto sucediera se creó una nueva Junta (voluntaria, moralmente forzosa) la que continuará con su misión por dos años, pero cada vez esto se hace más y más difícil y si no se toma alguna medida con respecto a la forma de elección de los cargos de la Junta y se reforman los estatutos, llegará un día no muy lejano que obligue a la disolución de la Asociación ante el espaldarazo de los socios.
Esperemos que esto no suceda si todos lo que pueden hacerse cargo ponen algo de su parte, y continúe así hasta que alguna generación quiera darnos el relevo, o "no".
